La ideación de soluciones comienza con la identificación clara de las necesidades y problemas de los clientes. Este es un paso fundamental para desarrollar productos o servicios que realmente aporten valor y resuelvan inconvenientes reales. Para hacerlo, es crucial adoptar una mentalidad de escucha activa y empatía, poniéndose en el lugar del cliente y comprendiendo sus desafíos desde su perspectiva. Esto se puede lograr mediante entrevistas, encuestas, grupos focales o simplemente observando sus comportamientos y hábitos de consumo.

El mapa de empatía y el viaje del cliente son herramientas claves que permiten visualizar las emociones, pensamientos y dificultades que enfrenta el usuario en cada etapa de su experiencia con un producto o servicio. Además, analizar las tendencias del mercado y los comentarios recurrentes de los clientes puede ayudar a detectar oportunidades no satisfechas. Al identificar estos problemas y necesidades latentes, se pueden generar ideas innovadoras que no solo resuelvan esos puntos de dolor, sino que también mejoren la experiencia del cliente en su totalidad.